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Jueves 14 de septiembre de 2023.-Si vives en Cochabamba desde hace muchos años, seguramente no te olvidaste lo que es comprar agua en cisterna; no poder usar la ducha para bañarte; levantarte en la madrugada para recibir agua en cuanto balde o recipiente tenías a mano…Y también sabes de los conflictos que puede generar el agua porque fuiste protagonista o testigo de la “Guerra del Agua”, el año 2000.

Para no volver a vivir la falta extrema de agua o enfrentamientos en un momento en que Bolivia y otros países enfrentan hoy el fenómeno de El Niño que está causando sequía en 22 de los 47 municipios de Cochabamba y para cuidar y aumentar las reservas de agua como lo están haciendo otros países, Cochabamba debe resolver 12 problemas vinculados con la administración, suministro, normativa, infraestructura, financiamiento y protección de las fuentes del líquido vital, y el uso adecuado y racional de éste, además de la conclusión y generación de nuevos proyectos.

Guardiana conversó con quienes llevan la batuta en estos temas y algunos especialistas en los mismos:

  • El presidente interino de la Empresa Misicuni, Óscar Zelada Jaldín
  • El gerente general de Semapa, Luis Prudencio
  • El presidente de la Asociación de Ingenieros Eméritos de Cochabamba y especialista en este tema, Gonzalo Maldonado
  • El exgerente de Semapa Gamal Serhan
  • El secretario de Hacienda y asesor del Comité de Defensa de las Tierras Agrícolas del Agua  y de la Madre Tierra (Codetamt), Omar Fernández Quiroga
  • El responsable del Programa Conosur de la Fundación Agrecol, Tito Villarroel

PROBLEMA 1

CONCLUIR EL PROYECTO MÚLTIPLE MISICUNI

El Proyecto Múltiple Misicuni, con los primeros indicios de su necesidad en los años 60, empezó a distribuir agua potable en  marzo de 2017. Han pasado más de seis años desde entonces y dicho proyecto no ha sido concluido.

Actualmente, Misicuni distribuye agua a los municipios de Cercado (Cochabamba) y Colcapirhua, a través de las aducciones 0 y 2. En pocas semanas tiene previsto poner en marcha la aducción 1, que entregará agua a la parte de Cercado que aún no recibe agua, Sacaba y Tiquipaya. Mientras que la aducción 3 que dará agua a Quillacollo, Sipe Sipe y Vinto todavía no está construida por falta de financiamiento.

Una de las vistas de la represa de Misicuni (foto: empresa Misicuni).
El Proyecto Múltiple Misicuni consiste en el aprovechamiento hídrico de las cuencas los ríos Misicuni, Vizcachas y Putucuni, al otro lado de la cordillera del Tunari, mediante el represamiento y trasvase de sus aguas. El agua debe servir para consumo humano, riego y la generación de electricidad.  

El presidente interino de la empresa Misicuni, Óscar Zelada, explicó a Guardiana qué se ha hecho hasta ahora: “Hemos terminado dos fases de Misicuni (la construcción del túnel y de la represa y obras anexas). Ahora, necesitamos ejecutar la tercera etapa, que consiste en la captación de las cuencas de los ríos Vizcachas y Putucuni para llevar el agua hacia el embalse. Esto garantizará el agua a Cochabamba por 50 años”.

Esta posición es refrendada por el gerente de Semapa, Luis Prudencio, quien aseguró que Misicuni es la respuesta a muchas de las necesidades de los cochabambinos: “Duplicar el caudal disponible de agua es fundamental para superar los problemas de escasez en la región que pueden provocar los cambios climáticos”.

¿En qué consiste el proyecto?

  • En la misma cordillera del Tunari se ubican las cuencas de los ríos Vizcachas y Putucuni. La idea es que sus aguas alimenten el embalse de la represa de Misicuni, para aumentar el caudal disponible de 3.100 a 6.000 litros por segundo. El problema es que ambas están a unos 20 kilómetros de distancia, ¿cómo se puede lograr este objetivo?
  • Primero, se necesita construir dos embalses (presas) de 12 y 24 metros de altura para interrumpir el curso de los ríos Vizcachas y Putucuni, y acumular agua en los mismos.
  • Una vez que se tenga las dos reservas artificiales de agua, se tiene que construir un sistema de aducción —obras hidráulicas que permitan la transferencia del líquido a la represa de Misicuni— que, en este caso, sería un túnel de trasvase de unos 18 kilómetros de largo.
  • Debido a las características de este proyecto, su ejecución costaría entre 140 y 170 millones de dólares y llevaría, por lo menos, unos seis años para ser concluido.

Se tiene que entrar en consensos y acuerdos, para que los comunarios comprendan la necesidad de hacer este proyecto (tercera fase de Misicuni). Una vez logrado esto, aplicar las medidas de mitigación y compensación necesarias”.

Óscar Zelada Jaldín, presidente interino de la Empresa Misicuni.


La empresa Misicuni asegura que ya tiene listo el diseño final de esta tercera fase del Proyecto Múltiple, entonces, ¿qué faltaría para que se ponga manos a la obra?

Primero se tiene que conseguir el financiamiento, aunque para Óscar Zelada, un aspecto primordial es el tema social en la Cordillera: “Se tiene que entrar en consensos y acuerdos, para que los comunarios comprendan la necesidad de hacer este proyecto. Una vez logrado esto, aplicar las medidas de mitigación y compensación necesarias”.

Sin embargo, sobre el financiamiento, el secretario de Hacienda de Codetamt, Omar Fernández, recuerda que el dinero ya existía para terminar el Proyecto Misicuni. Pero, el mismo fue destinado al Tren Metropolitano de Cochabamba en vez de invertirlo en algo tan importante como es el agua para la población y asegura que ese fue uno de los motivos de su alejamiento del MAS, partido del que él fue senador.

PROBLEMA 2

AMPLIAR LAS REDES DE DISTRIBUCIÓN DE AGUA

Una vez que se culminó las dos primeras fases del Proyecto Múltiple Misicuni (represa, túnel, planta potabilizadora y obras anexas), la empresa Misicuni construyó aducciones (obras destinadas al transporte de agua entre dos o más puntos) a lo largo de su área de influencia, en este caso, el Eje Metropolitano de Cochabamba, para almacenar y vender agua en bloque a las empresas municipales de servicio potable, y a comités y cooperativas de agua que lo requieran, previa la firma de un convenio.

El llamado Eje Metropolitano de Cochabamba está conformado por siete municipios: Cercado (más conocido como ciudad de Cochabamba), Sacaba (a 16 kilómetros de la ciudad de Cochabamba), Quillacollo (a 14 kilómetros), Tiquipaya (a 11 kilómetros), Vinto (a 18 kilómetros), Colcapirhua (a 9 kilómetros) y Sipe Sipe (a 24 kilómetros).

El problema, según el Presidente de la empresa Misicuni, es que hay algunos municipios que no están ampliando sus redes de distribución, por lo que miles de familias ven postergada la posibilidad de acceder al agua potable.

Una vez que Semapa entrega el agua en bloque en los tanques de los diferentes municipios, es responsabilidad de las empresas públicas de servicio de agua encargarse de su distribución entre su población, según la explicación de Zelada.

“En Colcapirhua —agregó— los tanques están llenos de agua potable, pero no la consumen porque no hay redes (…). Es necesario que los alcaldes, principalmente del Valle Bajo, reaccionen para tener redes de distribución. No sé si han subestimado a Misicuni o no han hecho una correcta planificación”. De todo el Eje Metropolitano de Cochabamba, Sacaba es el municipio que mejor se habría preparado para recibir agua de Misicuni, a través de la aducción 1, que se prevé que comience a funcionar pronto.

PROBLEMA 3

INVERSIONES QUE DEBE HACER SEMAPA

El presidente de la Asociación de Ingenieros Eméritos de Cochabamba y una de las personas que ha hecho un seguimiento permanente del problema del agua desde hace muchos años, Gonzalo Maldonado, sostiene que la empresa de agua Semapa no está resolviendo los problemas de fondo, como la ampliación de las conexiones de agua potable y la renovación de las redes de alcantarillado, cuyos tubos también son antiguos y, en muchos sectores del casco viejo, habrían desaparecido por la destrucción del hormigón.

El gerente general de Semapa, Luis Prudencio, aseguró que en los últimos dos años se construyeron 560 kilómetros de nuevas redes de agua potable; aunque también reconoció que todavía falta atender otros barrios en la zona sur.


“La empresa necesita más de mil millones de bolivianos para llegar a un 90 por ciento de cobertura en agua potable y alcantarillado. Pero no hay recursos para encarar estos proyectos. La Alcaldía ha asegurado un monto, pero sin el apoyo del Gobierno central es difícil llegar a ese monto”.

Luis Prudencio, gerente general de Semapa (primero de la Der.)


Y últimamente se han venido produciendo roces entre la empresa Misicuni y Semapa por la venta de agua potable precisamente a la zona sur de la ciudad de Cochabamba. Según Misicuni, la aducción 2 tiene la capacidad de transportar y entregar 500 litros de agua por segundo a la zona sur; no obstante, Semapa estaría comprando sólo un 30 por ciento, porque todavía no cuenta con redes de distribución.

Ante este panorama, Misicuni está realizando convenios con cooperativas de agua del sector para venderles agua de manera directa y, según una denuncia de Semapa, estaría impulsando la construcción de líneas paralelas de distribución, lo que Semapa considera ilegal y una competencia desleal.

PROBLEMA 4

¿CONTROL POLÍTICO DEL AGUA Y DISCRIMINACIÓN?

Omar Fernández del Codetamt denunció que existe un afán político partidario del MAS de ir controlando el acceso al agua potable a través de alcaldías afines en detrimento de las organizaciones del agua que ya existían antes de que el Proyecto Misicuni viera la luz y que ahora se las quiere marginar en vez de hacerles participar como indica la Ley de Misicuni.

El artículo sexto de dicha ley indica que se reconoce y respeta a las diferentes organizaciones de agua potable y alcantarillado y éstas, conservando su independencia administrativa, financiera y sus usos y costumbres, podrán conformar entidades asociadas para el uso del agua del Proyecto Misicuni, pudiendo organizarse en una entidad asociada prestadora de agua potable y alcantarillado o de riego para toda el área del Proyecto Misicuni.  

En vez de darles esa posibilidad a dichas organizaciones, empresas municipales se harían cargo de la dotación de agua que envíe Misicuni. Al respecto, Fernández mostró una carta enviada en agosto de este año por la Alcaldía de Colcapirhua a una OTB de ese municipio, en la que le solicita a su representante la entrega de un acta de aceptación o no aceptación de consumo de agua potable proveniente de Misicuni de la Epsa Municipal Descentralizada  “Yakuy Malk’allutas” del Municipio de Colcapirhua. Y se le solicita “una acta notariada” por lo “seria de la consulta” como se puede ver en la carta más abajo.

Y mientras el Presidente interino de Misicuni destacó el avance realizado por Sacaba que logró un financiamiento de la cooperación francesa y los diferentes barrios invirtieron sus recursos en la construcción de redes de distribución, Omar Fernández de Codetamt aseguró que este municipio recibirá pronto agua, pero gracias a cierto favoritismo político partidario del MAS y la discriminación hacia otros municipios; aunque luego aseguró que no es que se opongan a que Sacaba tenga agua, sino que reclaman por un trato igualitario hacia los siete municipios que deberían beneficiarse con el agua de Misicuni.


“Queremos denunciar que se hace un manejo completamente político del agua. No entendemos por qué hay discriminación y preferencia de dar agua a ciertos municipios como Sacaba en este momento que parece ser la hija predilecta. El Gobierno pone 70 millones de dólares para ejecutar y el municipal 40 millones para redes secundarias, pero no hay plata para Quillacollo, Vinto, Sipe Sipe y otros que son parte del proyecto Misicuni”.

Omar Fernández, secretario de Hacienda de Codetamt.


PROBLEMA 5

DISMINUIR EL AGUA QUE SE PIERDE CADA DÍA

Semapa compra cada día 95.040.000 litros de agua y solo el 55 por ciento llega a destino. El 45 por ciento del agua potable que distribuye diariamente se pierde en el trayecto hacia los grifos de sus consumidores en la ciudad de Cochabamba. Un volumen que supera los 42 millones de litros de agua, y con el cual se podría llenar cada día unas 20 piscinas olímpicas de 50 metros de largo por 25 de ancho y con una profundidad de 2,7 metros.

Si bien las pérdidas de agua son un problema estructural en el mundo, ya que —según la Agencia Internacional de Energía— el 30 por ciento de toda el agua potable en el mundo se convierte en agua no contabilizada, en Cochabamba este porcentaje es mucho mayor y es un problema que necesita atención urgente.

El actual gerente de Semapa, Luis Prudencio, explicó que en los últimos dos años se disminuyó en un 10 por ciento las pérdidas de agua, con lo que se logró reducir de 55 a 45 por ciento y esto fue posible a pesar de que, según él, no es fácil detectar las fugas de las tuberías porque están enterradas.

Opinión similar tiene el anterior gerente de Semapa, Gamal Serhan, quien sostuvo que la pérdida de agua está relacionada a la antigüedad de las redes y al desgaste de las tuberías enterradas.

“En la construcción de la red antigua se utilizó tuberías de cuatro metros de largo conectadas por una junta —dispositivo que se utiliza para unir dos tubos— que, con el paso del tiempo, se desgastan y dan lugar a la formación de filtraciones pequeñas, que se vuelven más grandes y sólo te das cuentas cuando se cayó la capa de asfalto o cuando hay una salida al exterior del agua”.

Ante esta situación, urge que se renueve la red de agua potable de las zonas más antiguas. Según Prudencio, en los últimos dos años, Semapa invirtió 36 millones de bolivianos en el reemplazo de tuberías de 120 manzanos del Distrito 10 —centro histórico de la ciudad, conocido coloquialmente como el casco viejo— y tiene proyectado cambiar otros 120 en los próximos tres años.

Actualmente, Semapa utiliza la tecnología Trenchless (ver cuadro) para instalar o rehabilitar infraestructuras subterráneas con una interrupción mínima del tráfico de carros y personas en las calles. La prueba piloto y la primera fase del cambio de tuberías con este sistema se realizó hace siete años, durante la gestión de Gamal Serhan.

PROBLEMA 6

PROTEGER EL TUNARI Y ZONAS DE RECARGA HÍDRICA

Es imprescindible proteger de manera integral el Parque Nacional Tunari porque de allá proviene la mayor parte del agua tanto para consumo humano como para riego, sobre todo para los siete municipios que deben recibir agua de Misicuni.

Un video difundido por la Asociación Civil Armonía muestra la riqueza natural de este parque.

Dicho parque es el principal reservorio acuífero de Cochabamba. Allá ya fueron en su momento contabilizadas 800 hectáreas de humedales y bofedales, además de 600 ríos y quebradas, y 338 lagunas que aportan alrededor de 490 millones de metros cúbicos anuales al departamento. 

Sin embargo, el Parque Nacional Tunari está asediado de manera continua por el fuego en incendios, muchos de ellos provocados por la mano del hombre.

También está asediado por loteadores y asentamientos clandestinos, a los que aún no han podido poner totalmente freno los diferentes alcaldes y gobernadores que pasaron por el poder en Cochabamba.

Y esta protección integral del Parque Nacional Tunari incluye la protección de las zonas de recarga de agua. “Si no garantizamos primero la recarga natural, no podremos contar con agua suficiente en cantidad y calidad para el buen vivir de poblaciones rurales y urbanas. Si no cuidamos las fábricas de agua, no tendremos agua para consumir, para regar ni para nuestros animales”, sostuvo el responsable del Programa Conosur de la Fundación Agrecol Andes, Tito Villarroel.

“Casi todos —hizo notar Villarroel— manejan la problemática del agua desde el punto de vista del efecto y no de la causa. El cuidado y la protección de las zonas de recarga hídrica son clave, porque garantizan la existencia del agua superficial y subterránea”.

El proceso natural de la recarga hídrica, mediante el cual el agua de lluvia se incorpora al subsuelo, a las aguas superficiales y a otros acuíferos está siendo afectado a lo largo de la cordillera del Tunari por la deforestación, los incendios y asentamientos ilegales; además de las nuevas urbanizaciones y la pavimentación de calles, en las cercanías de la falda de esta serranía.

Por ejemplo, cuando una zona de recarga hídrica pierde su cobertura vegetal y árboles (deforestación), el agua de lluvia corre con más facilidad hacia abajo y no logra penetrar al interior del suelo para aumentar las reservas subterráneas. Esto provoca, por ejemplo, que los pozos de agua disminuyan paulatinamente su caudal hasta secarse.

Ante la disminución de áreas de recarga de acuíferos en todo el departamento de Cochabamba, la Fundación Agrecol Andes sostiene que debería realizarse una gestión territorial del agua, en coordinación entre los actores sociales.

Esta gestión, según Villarroel, se debe realizar desde tres puntos de vista: técnico (reforestación, protección, recuperación de la permeabilidad), social (acuerdo entre los usuarios para cuidar zonas de recarga) y legal (políticas públicas de los gobiernos municipales para declarar zonas protegidas a las áreas potenciales de mayor cantidad de recarga hídrica).

“Debemos tomar acciones para tener resultados a corto, mediano y largo plazo en la revitalización de los ecosistemas”, concluye Villarroel.

PROBLEMA 7

GENERAR OTROS PROYECTOS

Desde la Gobernación pasando por los expertos hasta quienes tienen que ver con las organizaciones sociales del agua coinciden en que Cochabamba debe ir desarrollando otros proyectos vinculados con la creación de reservas de agua tanto para consumo humano como para riego, porque el Proyecto Múltiple Misicuni no será suficiente de cara al futuro y aunque lo terminen, tampoco abastecerá a todos los municipios de Cochabamba.

El director de Recursos Hídricos y Riego de la Gobernación de Cochabamba, Ronald Equilea, explicó que las lluvias se han ido reduciendo en su nivel de precipitación desde 1981 y si antes a los 10 o 15 metros se podía encontrar agua, ahora para tal objetivo hay que cavar unos 100 metros o más.

PROYECTO 8

POLÉMICA POR LA NUEVA TARIFA DE AGUA

El 19 de enero de 2023, la autoridad del agua aprobó el plan de desarrollo quinquenal 2022-2026 de la empresa Misicuni y la nueva tarifa que ya está siendo aplicada. Esta tarifa ha sido rechazada por organizaciones sociales de agua potable (OSAP) y la Federación de Cooperativas de Agua Potable de Cochabamba.

Y exigen dejar sin efecto tal tarifa “por representar para miles de familias un incremento entre el 100 y el 400 por ciento, afectando la economía de las familias”, indica una de las resoluciones asumida en una asamblea realizada el sábado 2 de septiembre reciente.

En el recurso de revocatoria activado por dichas organizaciones a través de Codetamt, se señala en el documento enviado el 18 de agosto de este año que “la tarifa actual de las organizaciones sociales de agua potable oscila entre 0,5 bolivianos y 1,5 bolivianos el metro cúbico y la tarifa aprobada por la AAPS es de 1,83 y 1,94 bolivianos el metro cúbico en los tanques de Misicuni”.

Sin embargo, la explicación que ya había dado la empresa Misicuni al respecto es que le entrega a Semapa (uno de sus 21 usuarios) agua cruda en 0,77 bolivianos el metro cúbico y el agua potable a 1,83 el metro cúbico. Y el monto que cobra tendría que ver con su hoja de costos (en la que por ejemplo está mantener una planta de tratamiento con químicos, entre otros gastos).

Esta y otras explicaciones no han convencido a dichas organizaciones que llevarán adelante movilizaciones de no ser escuchadas por la autoridad del agua.

PROBLEMA 9

FOMENTAR UNA CULTURA DEL AGUA

¿Sabías que cada vez que tiras la cadena de un inodoro convencional se descarga entre 10 y 15 litros de agua? o ¿que una ducha de 10 minutos equivale a utilizar un turril lleno? Cada día las personas que viven en Cochabamba, y tienen acceso a agua potable, utilizan per cápita entre 110 y 120 litros.

“Al ser el agua un derecho humano, muchos creen que es gratis y no entienden que hay una fuerte inversión para dotar de agua potable a la gente y no se la valora en su real dimensión. Eso hace que —por dar un ejemplo— que dejes abierto el grifo mientras te cepillas los dientes o lavas la vajilla”, ejemplificó Gamal Serhan, exgerente de Semapa.

También hizo notar que es necesario que los actores políticos y sociales vinculados a la problemática de este recurso hídrico impulsen campañas de educación para concienciar sobre el verdadero valor del agua en la vida de los seres humanos. Esto en el marco del fomento de una cultura de uso del agua entre los cochabambinos.

Pero, ¿qué se entiende por este concepto? La cultura del agua es el conjunto de valores, actitudes, costumbres y hábitos transmitidos a una persona o una sociedad que lleven a la concienciación y sensibilización del cuidado, uso, reciclaje y costo del agua como se puede ver en el siguiente cuadro.

PROBLEMA 10

LEY DEPARTAMENTAL DEL AGUA Y MEJORAR LA GOBERNANZA

El agua es un activo invaluable e insustituible. En Bolivia se constituye, según el artículo 373 de la Constitución Política del Estado, en un derecho fundamental para la vida.

En este sentido, los desafíos del futuro en materia del agua no sólo plantean el cuestionamiento de qué hacer, sino también quién hace qué y por qué, a qué nivel de gobierno y el cómo.

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), las respuestas de las políticas sólo serán viables si son coherentes, si los actores están acoplados correctamente, si los marcos regulatorios vigentes están bien diseñados, si se dispone de información adecuada y accesible, y si existe suficiente capacidad, integridad y transparencia.

Todo lo anteriormente visto son sólo botones de muestra de lo que urge encarar de manera integral, consensuada y sobre la base de normativa clara.

El actual presidente de la Empresa Misicuni, Óscar Zelada, anunció que están trabajando en una propuesta para la Gobernación de Cochabamba, que incluya lo siguiente:

  • Aprobación de una ley departamental de protección del agua y de las cuencas, tomando en cuenta la realidad de Cochabamba.
  • Creación de bonos de aguas entre los municipios del Eje Metropolitano, con el objetivo de proteger las fuentes de agua. Por ejemplo, si un área de recarga hídrica de Quillacollo tiene problemas de desforestación, puede acceder a recursos económicos para ejecutar un plan de acción y recuperación del mismo.
  • Fomento de la cultura del agua, a través de la educación a la población.
  • Exigencia a los municipios para que realicen mejoras y amplíen la red de distribución de agua potable y alcantarillado en su jurisdicción.

El exgerente de Semapa Gamal Serhan considera que en Cochabamba existe una deficiente gobernanza del agua y sostiene que es necesario que todos los actores sociales participen en la búsqueda de soluciones.

¿En qué consiste la gobernanza del agua y cuáles con sus principios? La Asociación Mundial del Agua definió la gobernanza del agua como “el rango de sistemas políticos, sociales, económicos y administrativos implementados para desarrollar y manejar los recursos hídricos. Entre sus principios están: roles, responsabilidades claras y fomentar la coordinación entre las autoridades responsables; coherencia de las políticas; capacitación de las personas responsables; financiamiento transparente y oportuno e involucramiento de las partes interesadas.

PROBLEMA 11

DEFINIR REGLAS CLARAS EN LA GESTIÓN DEL AGUA

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) recomienda especificar la asignación de roles y responsabilidades en temas de agua entre todos los órdenes de gobierno e instituciones relacionadas con este recurso hídrico.

En el caso de la ciudad Cochabamba, es importante que la normativa que regula la producción, distribución y venta del agua sea cumplida por todos los actores sociales para evitar conflictos como el que existe entre Semapa y la empresa Misicuni por la zona sur, que es donde existe menor cobertura de servicios de agua potable y alcantarillado, o como el que existe entre Misicuni y las organizaciones sociales del agua, entre otras.

Mientras que el gerente de Semapa, Luis Prudencio, sostiene que la empresa Misicuni está interfiriendo en su área de concesión al intentar construir redes paralelas de distribución en algunos barrios del sector sur, el presidente de Misicuni, Óscar Zelada, asegura que no están haciendo nada ilegal y que tiene la potestad de entregar agua en bloque a las cooperativas consolidadas a través de licencias de funcionamiento otorgadas por la AAPS (Autoridad de Fiscalización y Control Social de Agua Potable y Saneamiento Básico).

Sobre este tema, el presidente de la Asociación de Ingenieros Eméritos de Cochabamba, Gonzalo Maldonado -no toma partido por ninguna de las dos posiciones- sostiene que la empresa Misicuni fue creada para construir todo el Proyecto Múltiple de Misicuni y no para convertirse en otro distribuidor de agua, y que los reclamos de Semapa no tienen asidero porque no ha cumplido con su obligación de construir las redes en ese sector de su jurisdicción.

A su vez, el Comité de Defensa de las Tierras Agrícolas del Agua y de la Madre Tierra (Codetamt) ha reclamado formalmente ante la autoridad del agua por la atribución asumida por Misicuni para convertirse en operador más del líquido elemento.

PROBLEMA 12

ENTRE CONFLICTOS Y NECESARIOS CONSENSOS

Actualmente hay problemas no resueltos en relación a la gestión del agua en Cochabamba. En la asamblea realizada el sábado 2 de septiembre, el Comité de Defensa de las Tierras Agrícolas del Agua y de la Madre Tierra (Codetamt), Organizaciones Sociales de Agua Potable (OSAP) y la Federación de Cooperativas de Agua Potable de Cochabamba asumieron ocho decisiones:

  1. Exigir la aprobación de la nueva categoría “Agua es vida” con la tarifa de 0,36 Bs/kwh para el periodo tarifario noviembre 2023-2027 y solicitar que Elfec cumpla con la tarifa mixta comprometida.
  2. Dejar sin efecto la tarifa de Misicuni aprobada en enero de este año porque representa un incremento entre el 100 y el 400 por ciento.
  3. Rechazar el “manejo político del agua” y a las empresas municipales “monopólicas-mercantiles”, “sí a la gestión comunitaria del agua de Misicuni”.
  4. Rechazar “las trabas de la AAPS en el trámite de registros y licencias” y “basta a las trabas de la Gobernación en el trámite de personerías jurídicas”.
  5. Rechazar la “intromisión oficiosa de la empresa Misicuni en el monitoreo del agua potable de las organizaciones sociales de agua potable”.
  6. Solicitar al Gobierno la firma de un compromiso que dé inicio a las obras con financiamiento de las redes secundarias, tanques y redes de distribución para Colcapirhua, Tiquipaya y Quillacollo”.
  7. Exigir la elaboración de un plan de emergencia para dotar de agua a quienes sufren de la falta de la misma.
  8. Y anuncian que presentarán una denuncia sobre los focos de contaminación de las aguas subterráneas para exigir la intervención del Gobierno y la autoridad del agua.

Si sus demandas no son atendidas, amenazan con realizar una marcha el viernes 13 de octubre y realizar luego un bloqueo de caminos.

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