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A raíz de la reciente polémica generada por el monto que cobra una conocida tiktoker chuquisaqueña por publicidad en redes sociales, una ola de críticas y comentarios negativos surgió en las mismas redes sociales. Sin embargo, esa discusión me llevó a recordar que los tiktokers ejercen su derecho a la libertad de expresión en un mercado que demanda nuevos liderazgos y donde los públicos objetivos son preponderantemente jóvenes.

Esa afirmación me llevó a preguntar: ¿Quiénes son los líderes de opinión hoy? Evidentemente, la mayor parte de la ciudadanía está cansada de los mismos partidos y representantes políticos que no se ocupan de priorizar los intereses ciudadanos a pesar de representarlos. De hecho, el recambio de organizaciones políticas en los últimos 20 años respondió a tensiones políticas y la falta de legitimidad de los antiguos líderes.

El liderazgo es el conjunto de habilidades gerenciales o de las directivas que un individuo tiene para influir en la forma de ser y actuar de las personas o en un grupo de trabajo determinado, haciendo que este equipo trabaje con entusiasmo hacia el logro de sus metas y objetivos.​ Se espera que un líder no sólo influencie a su grupo, sino que también proporcione ideas innovadoras y motive a cada participante a sacar lo mejor de sí.

Antes creíamos que un líder solo podía estar ligado a la política local y nacional, pero la realidad sociocultural actual nos ha hecho entender que también existen liderazgos indígenas, de colectivos feministas, de estudiantes que reclaman su derecho a la educación o adolescentes que interpelan la necesidad de salvar nuestro planeta a nivel global.

Por tanto, un líder hoy es una o un influencer, es un líder ciudadano de aficiones, gustos, viajes, moda, gastronomía, turismo, deportes, entretenimiento, humor, hogar y manualidades, gaming, tecnología y negocios, mascotas, belleza, maquillaje, estilo de vida, diseño, auto ayuda y crecimiento personal, entre muchos otros temas y áreas.

Antes solía medirse el liderazgo a través del número de votos en las urnas solamente; sin embargo, hoy la credibilidad y legitimidad de un líder se miden en el número de suscriptores, seguidores, interacciones o comentarios de los usuarios generados en redes sociales en primera instancia y en los tradicionales medios de comunicación.

Un o una influencer ha sido definido como “aquél que tiene una influencia efectiva sobre su interlocutor o audiencia, es decir, que tiene una influencia potencial sobre dicho interlocutor o audiencia.” De hecho, en la dinámica del mercado digital, cualquier persona puede llegar a ser influencer en las redes sociales si logra un efecto en los actos de sus seguidores y, en consecuencia, cada vez más empresas buscan influencers para fortalecer sus estrategias de marketing e incrementar el impacto de su marca mediante una estrategia de contenidos.

Aunque existen distintas plataformas que clasifican el alcance de los influencers según la red social que usan, un ejemplo es el ranking de la revista Duplos (13/01/2022), que destaca cinco personas que son influencers en América Latina, en Instagram: 1) Eleonora Pons (conocida como Lele) tiene más de 47 millones de fans, ha escrito una novela y actuado en películas y series; 2) Mariand Castrejón (Yuya) cuenta con más de 17 millones de fanáticos en su cuenta de Instagram y en YouTube; 3) Salice Rose, influencer de ascendencia peruana, tiene 14,1 millones de seguidores en Instagram; 4) Germán Garmendia es un comediante, cantante y escritor con 13,7 millones de seguidores en Instagram y 5) Camila Coelho es muy conocida por sus tips de moda y tiene 9.4 millones de seguidores en Instagram.

De modo que hoy todos pueden ser líderes o influencers en cualquier ámbito de la vida cotidiana y nadie serlo realmente. Lo trascendente se ha disuelto en una sociedad líquida que se caracteriza por su fluidez, superficialidad y fugacidad, de modo que lo que tenía “significado” o “valor” antes se ha transformado en algo distinto como la noción de bueno, malo, bello o moderno o incluso se ha desvanecido y reemplazado por cool, trendy fashion, funny o cualquier otra denominación anglosajona.

Participamos activa y “alegremente” en redes sociales, compartiendo información personal sin apenas tomar en cuenta que toda esa información es administrada como algoritmos con fines políticos y empresariales. Solo como referencia en este complejo nuevo escenario digital, entre algunas de las herramientas para buscar influencers en Instagram están: HypeAuditor, Heepsy, Followerwonk, Buzzumo, Klear, Upfluence, Brandwarch y Little Bird; cada una de ellas permite clasificar influencers de bases de datos con millones de usuarios por tipología como bloggers, periodistas, usuarios particulares, marcas, etc., el tipo de contenido que publican y el grado de popularidad, alcance o relevancia de cada usuario buscado. 

La sociedad sigue cambiando y aún es necesario investigar más desde la comunicación y las ciencias sociales sobre ¿cuántos y cuáles son los líderes de opinión en Bolivia en los últimos cinco años? ¿Cuál es el rol de esos llamados influencers en la actualidad? y ¿qué tipo de contenidos elaboran y comparten? ¿Hasta qué punto la sociedad boliviana se está transformando? ¿De qué manera las representaciones sociales y prácticas culturales globales han transformado la débil identidad y vida cotidiana de las y los bolivianos?

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